BLOG DE JOSÉ ANTONIO DONCEL DOMÍNGUEZ (I.E.S. LUIS CHAMIZO, DON BENITO, BADAJOZ)

sábado, 27 de octubre de 2012

El fascismo y su ideología en el periodo Entreguerras

La inconfundible imagen de Hitler, con la esvástica al fondo.
Siguiendo al profesor Santos Juliá, el fascismo no debe ser confundido con las dictaduras conservadoras y militares que, como la del general Franco, proliferaron en Europa durante el siglo XX. Estas pudieron en determinados momentos copiar muchos de sus ingredientes, sus simbologías, sus contenidos ideológicos, sus métodos y estilo, los principios de organización de su estado y su estructura económica, pero nunca llegaron a ser regímenes totalitarios ni fascistas. El fascismo no es una violencia desde arriba sino un movimiento de masas, que trata de movilizarlas -y no aplacarlas- y se define revolucionario. En este sentido, su acceso al poder no se producirá a través de un golpe de estado, sino a través del desarrollo de organizaciones que le den el apoyo de las masas. Y cuando esté en el poder seguirá movilizándolas con intensidad, tratando de ejercer un control total sobre el conjunto de la sociedad. Estaríamos ante un clásico totalitarismo, diferenciado de los simples autoritarismos que también proliferaron en Europa durante el periodo de entreguerras (ver mapa).

 EXPANSIÓN DE LA DICTADURA EN LA EUROPA DE ENTREGUERRAS

Las causas de la llegada y extensión de los fascismos son múltiples y justifican otra nueva entrada futura, aunque las encontramos sintetizadas en este pequeño video. Este fragmento documental de corta duración nos resume en imágenes las razones que explican el surgimiento del fascismo y sus bases doctrinales:

                                       


TOTALITARISMO Y REPRESIÓN

Se trata de un sistema político dictatorial que ejerce un control total sobre el conjunto de los ámbitos de la sociedad, estructurando una férrea dictadura a partir de un partido único, una organización política de ideología fascista (Partido Nacionalsocialista alemán y Partido Nacional Fascista en Italia, en España y durante la II república la Falange Española de las Jons). Un partido de masas que encuadra a la población y la moviliza continuamente, que se funde con el Estado, con el que termina confundiéndose. Se trata de un partido fuertemente jerarquizado, en cuyo punto más alto de poder se encuentra el gran líder, el guía de la nación ("Duce" en italiano , "Führer" en alemán, "Caudillo" en español). El culto a la personalidad del gran líder lo llena todo, desde la escuela a los edificios de la administración, desde las calles a las empresas, de los medios de comunicación de masas a los medios de transportes. La figura del líder se hace onmipresente. Ese liderazgo incontestable es el de Hitler en la Alemania nazi, el de Mussolini en la Italia fascista o el que ejercía José Antonio Primo de Rivera entre los falangistas españoles.

La figura  idealizada del "Duce" con Roma al fondo.
 Exaltación de Hitler como el "Führer".
El liderazgo de J.A. Primo de Rivera era
 indiscutible en el falangismo español




















La negación del individualismo conduce a un ciudadano que estará sometido al poder del Estado y absorvido por la Nación. Se eliminan todas las libertades individuales defendidas por el liberalismo y que sustentaban los régimenes democráticos: libertad de expresión, de prensa, de religión, de asociación, de reunión, etc. Se produce por el contrario un control brutal de la opinión pública, que pretende la creación de una sociedad de pensamiento único donde la disensión no tiene cabida. Esto se consigue, por un lado, con un férrea censura, que supone la prohibición de la expresión de cualquier idea ajena al régimen, opuesta o diferente a la ideología fascista. Por otro lado, se manufactura opinión a través de una sistemática propaganda, buscando la publicidad de los principios e ideas del fascismo y de la grandeza de su líder. Todo ello a través de un estricto control de los clásicos medios de comunicación de masas de la época como la prensa y la radio, pero también de los más novedosos como el cinematógrafo -un ejemplo son los documentales de Line Riefenstahl- En este sentido, prestan especial importancia a la educación y el adoctrinamiento de los más jóvenes, en un intento de mantener vivo el régimen en el futuro, siendo llamativo el encuadramiento masivo de la juventud a través de organizaciones propias de carácter fascista.


El uso de la radio como medio de propaganda
 fue una realidad durante el régimen nazi.
La juventud al servicio del Führer.
Jóvenes del Movimiento Juvenil femenino nazi.

Los niños no escapaban al control ideológico y la movilización continua.

A esto habría que añadir la represión sobre la sociedad, con la prohibición del resto de partidos y sindicatos y la persecución ejercida sobre los opositores a través de organizaciones que generan terror sobre el disidente y ejercen la violencia contra él: el desarrollo de una policía política (la Gestapo alemana o la OVRA italiana) y la existencia de unos grupos paramilitares que ejercen la violencia en las calles (los "camisas negras" o Squadristi italianos y los "camisas pardas" alemanes de las SA.).

Cartel propagandístico de las S.A. nazis

Los camisas pardas  (S.A.) desfilan en la puerta de Brandemburgo de Berlín.


"Camisas negras" italianos posan ante la cámara en un aerodrómo.

NACIONALISMO RADICAL Y RACISMO

Defensa a ultranza del orgullo patriótico y las grandezas de la Nación, que conduce al odio nacionalista y al revanchismo respecto a otras potencias  (el caso paradigmático es la actitud de Alemania frente a Francia). Se aplica una "concepción organicista" de la nación: los individuos son parte de la nación como las células forman parte del cuerpo humano. De igual manera que las células no pueden subsistir individualizadas y por separado, y solo tienen sentido como parte del cuerpo humano, los individuos no tienen sentido por sí solos, y tan solo pueden vivir como partes de la nación. En este sentido la Historia se reconstruye y se pone al servicio de esa idea de nación, convertida así en un arma ideológica importante.

El ultranacionalismo del falangismo español
se condensa en el grito de "arriba España".
El falangismo español defendía una
España unitaria frente a las autonomías
 de la II  República.









"Un pueblo, un imperio, un caudillo". Sobre el
mapa de Alemania la figura del Führer. 

Vinculado al nacionalismo existe un racismo agresivo, ya que uno de los elementos constitutivos y definidores de la nación es la raza. Defienden el principio de superioridad de unas razas sobre otras. En ocasiones esa visión tiene un sentido más cultural, una raza ligada a una civilización o cultura superior, en otras, un sentido mucho más biológico, como ocurre con el nazismo y su exaltación de la raza aria o germana, con características físicas y psíquicas casi perfectas. Como raza superior, necesita un "espacio vital", un territorio extenso que satisfaga sus necesidades -justificación del expansionismo territorial y las políticas imperialistas-. Aplican los principios de Darwin a las sociedades humanas -"Darwinismo social"-, defendiendo las leyes de la selección natural y la ley del más fuerte: la raza o nación mas fuerte se impondrá y dominará a las demás. En este sentido, el nazismo centró su atención en los judíos, cuya discriminación se sancionaba en las Leyes de Nuremberg (1935) y que terminaba siendo considerada una raza a extinguir, siendo perseguidos y eliminados sistemáticamente en lo que se dió en llamar "La Solución Final". El precedente o punto de partida fue "La noche de los cristales rotos", que supuso la quema de sinagogas y la destrucción de tiendas, casas y todo tipo de propiedades pertenecientes a la comunidad judía, así como la posterior detención de decenas de miles de judíos. La culminación de tal proceso fue la puesta en marcha de los campos de exterminio, que como Auschwitz funcionaron en la Europa ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.

Cartel de la película antisemita "El judío eterno".

Con la llegada de los nazis al poder la presión sobre los judíos aumenta.
 Las tiendas judías son marcadas con pintadas.

La humillación pública de judíos era una tónica general en las calles de
 Alemania durante el régimen nazi.

Tras La noche de los cristales rotos, judíos portando la estrella de David
 son deportados a los campos de concentración ante el escarnio público.


EL ESTILO FASCISTA Y LA EXALTACIÓN DE LA VIOLENCIA

Se desarrolla un "estilo fascista", toda una estética, una simbología, que se basaba en la exaltación de la violencia, en la defensa de la guerra como recurso, en el militarismo más agresivo. Los hombres se hacen en la lucha, de esta forma la violencia se convierte en símbolo de la hombría y la virilidad. Prueba de estas ideas son la creación de ejércitos poderosos y de grupos paramilitares ("camisas negras" italianas y "camisas pardas" y escuadras de las SS en Alemania) que ejercían la violencia en las calles. Estos grupos son un ejemplo máximo de esa estética que además gusta de los uniformes, de las concentraciones de masas y los discursos solemnes y multitudinarios, la profusión de banderas, los cantos masivos, así como la exaltación de la obediencia en el contexto de una disciplina férrea. Una simbología muy explícita que podemos observar en los brazos elevados con la mano alzada y extendida hacia delante, en las águilas de corte imperial, en la cruz gamada nazi, los lictores italianos o el yugo y las flechas falangistas. Un estilo que se proyecta en el desprecio de la razón y las herencias culturales, ejemplificadas en las hogueras de libros y la reconstrucción ideal de la historia -que ya hemos comentado- puesta al servicio de las grandezas de la patria y la raza.

Escudo nazi: el águila imperial portando la cruz gamada.

La esvástica nazi, las fasces o haz de lictores italianos o el yugo y las flechas falangistas

"La lealtad al Führer". La obediciencia ciega de las SS simbolizaba
 la actitud de la nación hacia su führer.

Multitudinario mitín de Mussolini en Roma.
Cada año el Partido nazi se reunía en Nuremberg. En el campo Zeppelin
tenían lugar enormes concentraciones, presididas por Hitler.
Las concentraciones nazis en Nuremberg estaban marcadas por su
carácter masivo y una iconografía muy cuidada (ver video inferior).
                         

Profusión de Banderas en un desfile nazi.

Desfile de tropas del ejército alemán por las calles de Varsovia,
 tras la ocupación de Polonia (1939).

Miembros de las Juventudes nazis alimentan una hoguera con libros
 rechazados por la ideología del régimen fascista.

LA ECONOMÍA FASCISTA

El fascismo defiende un modelo económico de carácter capitalista basado en la defensa de la propiedad privada, aunque matizado por un fuerte control e intervencionismo del Estado. Con dicha intervención se busca, por un lado, la autarquía, pretendiendo que el país se autoabastezca de todo lo que necesita, sin necesidad de importarlo del exterior. Por otro lado, el Estado impulsa políticas de empleo con el objetivo de reducir el paro a través de la promoción de las obras públicas y el crecimiento de la industria armamentística, gracias al rearme militar puesto en marcha. Estas políticas, que eliminaron el paro, explican en parte el fuerte apoyo social recibido por los fascismos en el periodo entreguerras.


"Empleo, libertad y pan"
"Empleo y pan"



















La industria armamentística absorvió parte del paro existente en la
Alemania nazi. En la foto factoría de la empresa Krupp.

En este sentido, se desarrolla una política de expansionismo militar y político de corte imperialista, con dos objetivos: primero la justificación de los enormes gastos en armamento, segundo la búsqueda de materias primas y fuentes energéticas que permitieran la viabilidad de una economía autárquica. Ese expansionismo terminó conduciendo irreversiblemente al enfrentamiento con otras potencias, como se evidencia en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.














Arriba: Las tropas nazis entran en Austria durante el "Anchluss"o anexión.
Derecha: Cartel reivindicando la expansión italiana en Etiopía (África).

Igualmente se actúa sobre el marco de relaciones laborales, y para acabar con los conflictos laborales y entre clases se opta por la destrucción del movimiento obrero y la ilegalización de los sindicatos marxistas y anarquistas. Como contrapartida se crea un sistema corporativo, en el que los obreros y empresarios se verían agrupados en unas mismas asociaciones ("Frentes de Trabajo" en Alemania y "Corporaciones" en Italia) que se estructurarían por sectores económicos, sustituyendo a los sindicatos obreros y las patronales de empresarios. En cada corporación, obreros, empresarios y representantes del Estado, acordarían los salarios y las condiciones de trabajo.


La clase trabajadora, agrícola o industrial,
se encuadraba en los Frentes de Trabajo.
 ("Arbeitsfront").
En los Frentes de trabajo se agrupaban los
trabajadores por ramas productivas.











EL RECHAZO FRONTAL A LAS IDEOLOGÍAS IMPERANTES

El fascismo supone un rechazo frontal de las dos ideologías más importantes del periodo entreguerras, el liberalismo y el comunismo. Las rechaza en su conjunto, aunque entre sus propios principios ideológicos recoge retazos de una y otra, realizando una increíble mezcla marcada por una formidable contradicción, simbolizada en el mismo término de nacionalsocialismo, nombre que recibía el fascismo alemán:
- Se definen a sí mismo como defensores de la nación, ultranacionalistas y defensores de la propiedad privada y el orden, recogiendo parte del legado del capitalismo burgués vigente, pero a la vez rechazan el liberalismo de la burguesía al considerar que fomenta la división de la nación, al dividir al pueblo en numerosos partidos y sindicatos. Además se le considera débil y cobarde, incapaz de enfrentarse al enemigo comunista y conseguir imponer el necesario orden y seguridad. Se definen inicialmente como anticapitalistas rechazando el gran capitalismo financiero, relacionado con la usura y la especulación (propio de judíos), pero defienden la laboriosidad y el carácter emprendedor del buen empresario. Ese anticapitalismo inicial se fue mitigando, pues para alcanzar el poder necesitarion el apoyo de la alta burguesía que los vió como un freno al comunismo. Una vez en el gobierno ambos se fundieron en una gran alianza.
- Por otro lado, se definen como revolucionarios, defensores de la igualdad entre clases y los derechos de la clase obrera, pero rechazan visceralmente el comunismo y el socialismo, repudian el movimiento obrero y sus organizaciones, percibido como el mayor enemigo de la Humanidad. El comunismo era considerado como opuesto a la civilización, al negar la propiedad privada, y como opuesto a la nación, por su antinacionalismo y su internacionalismo (al anteponer la lealtad de clase a la lealtad a la patria) dividiendo a la nación a través de la lucha de clases. Además, con frecuencia el comunismo y el bolchevismo se confundían con el judaísmo, como partes de un mismo todo.

"Una batalla por Alemania". El enemigo
 es el comunismo y la revolución.
"El bolchevismo sin su careta".
























Terminamos esta entrada con un impresionante VÍDEO, que condensa en sí mismo buena parte de lo aquí tratado. Se recoge el discurso de Hitler ante las juventudes nacionalsocialistas durante el Congreso de Nuremberg de 1934. La ideología nazi fluye a través de las palabras del Führer, que exalta el patriotismo y la obediencia de los jóvenes alemanes. El culto a la personalidad, la intensa movilización de las masas, la estética y estilo fascista son plasmados magistralmente en este fragmento de "El triunfo de la Voluntad", el sobrecogedor documental de la cineasta LENI RIEFENSTAHL, una impactante película encomendada a la directora alemana por el régimen nazi con el objetivo propagandístico de exaltar los valores y principios del nacionalsocialismo. Adjunto el video, aunque puede profundizarse en el trabajo de Riefenstahl en la próxima entrada de este blog, que llevara por título "La propaganda nazi y los medios de comunicación de masas".